La refrigeración comercial se encuentra en constante evolución, impulsada por la demanda de mayor eficiencia energética y menor impacto ambiental. Los refrigerantes naturales como el CO2, el propano y el amoníaco están reemplazando a los refrigerantes sintéticos tradicionales, minimizando el impacto en el calentamiento global. A su vez, los sistemas de refrigeración con CO2 transcrítico ofrecen una eficiencia energética superior, especialmente en climas cálidos. La incorporación de la tecnología de variación de velocidad en los compresores permite ajustar su funcionamiento a la demanda, optimizando el consumo energético.
La inteligencia artificial y el internet de las cosas (IoT) también están transformando la gestión de la refrigeración comercial. Sensores inteligentes monitorizan el rendimiento de los equipos en tiempo real, predicen posibles fallos y optimizan el consumo energético. Además, se están explorando nuevas tecnologías como la refrigeración magnética y la refrigeración termoeléctrica, que prometen revolucionar la industria con sistemas más eficientes, compactos y sostenibles en un futuro cercano.
